A lo largo de la Costa Brava se suceden pueblos marineros, playas de arena fina y calas que deleitan cuerpo y mente. El Cap de Creus es un parque natural protegido en el que el horizonte se ha mantenido virgen y privilegiado. Situado en el norte de la Costa Brava, no muy lejos de Cadaqués (el pueblo marinero por excelencia, conocido por su encanto natural y la vida artística de Dalí) la riqueza del Cap de Creus es inmensa. Alrededor de este lugar se esconden calas, todas más increíbles que las otras.
Compartimos con vosotros las tres calas más increíbles del Cap de Creus. Esto se queda entre nosotros 😉
De norte a sur…
Cala Culip, la salvaje
Cala Culip es la cala salvaje por excelencia. Accesible solo a pie tras un paseo de 30 minutos desde el aparcamiento más cercano y en barco, Cala Culip es un lugar muy privilegiado. Con un fondo marino diverso y formas rocosas pintorescas, el espíritu mediterráneo se siente en todas partes.
Cala Culip es una cala muy bien resguardada, excepto del viento de tramontana. Echad un vistazo a la previsión meteorológica antes de salir, ya sabéis que aquí sopla la tramontana cada dos días. Además, podemos descubrir restos de barcos fenicios, griegos y romanos. Amaban la cala por su fondo marino, pero se quedaban atrapados a menudo por la Tramontana.
Cala Guillola, la secreta
Cala Guillola es una de esas calas de las que nunca querrás levar anclas. Al sol todo el día, resguardada del viento del norte, de tamaño más bien mediano y de difícil acceso: esta es la cala secreta. Accesible casi solo por barco, la calma es absoluta. Rodeado de estos acantilados propios de la Costa Brava, sobre los que el sol se pone suavemente, el entorno es prestigioso.
A diferencia de Cala Culip, Cala Guillola está resguardada del viento del norte. A los marineros les encanta, es una parada agradable y tranquila justo antes de Cadaqués.
Cala Jóncols, la ideal
Cala Jóncols es la cala ideal si buscas una mezcla de ambiente entre tranquilidad y vida en la terraza: disfruta del entorno salvaje de la cala sin privarte de una buena mesa en el restaurante del hotel Jóncols. Este establecimiento es el primer hotel de la Costa Brava que ha obtenido el certificado “biosphère”. Durante años, el equipo ha trabajado para brindar un servicio de calidad y preservar su entorno. El agua turquesa te llevará a descubrir el fondo marino. No olvides tu scooter submarino Sublue.
Cala Joncóls está resguardada de todos los vientos, excepto del Sureste y Levante. Esta cala se encuentra en pleno parque natural del Cap de Creus. Así que no eches el ancla. Las boyas de amarre están disponibles.
¡Buena navegación!