En este artículo vamos a hablar de cómo detectar la ósmosis en un barco. Antes de llegar al centro del asunto, vamos a hacer un repaso para entender bien de qué estamos hablando. En primer lugar, ¿qué es la ósmosis?
¿Qué es la ósmosis? ¿Y por qué?
La ósmosis es un fenómeno físico-químico natural que se manifiesta en ampollas entre el gelcoat y los cascos de poliéster. Hasta aquí, esta es la frase común que todos hemos escuchado. Realmente, ¿cómo sucede esto?
Con el tiempo, el gelcoat pierde su impermeabilidad. El agua se filtra hasta entrar en contacto con la resina de poliéster del casco. En este momento, el agua se vuelve ácida y se desliza por los huecos del casco. Con la presión, se forman ampollas en el gelcoat. La ósmosis ya está en marcha.
¿Cómo detectar la ósmosis?
No todas las ampollas son sinónimo de ósmosis, y la ósmosis no siempre provoca ampollas visibles a simple vista. Entonces, ¿cómo asegurarse del estado del casco?
Por un lado, si aparecen ampollas en el casco, hay que perforarlas para asegurarse de su naturaleza. Si huele a vinagre, es ósmosis.
Por otro lado, si está en el proceso de comprar un barco que no muestra signos de ósmosis y quiere asegurarse del estado del casco, puede llamar a un experto marino. Gracias a las pruebas higrométricas, el experto marino asegurará la tasa de ósmosis.
¿Cómo tratar la ósmosis?
Hay dos formas de tratar la ósmosis: parcial o total.
Desde Privilege Yacht, consideramos más oportuno emprender un proceso de tratamiento total y no uno parcial, para así evitar por completo que la ósmosis penetre más en una embarcación.
Siempre recurrimos a un técnico experto en el campo de la ósmosis.
¡Minimizamos la ósmosis!
La ósmosis es por lo tanto un proceso natural. Y este puede tardar un tiempo en ponerse en marcha. En nuestras aguas saladas mediterráneas, podemos contar hasta diez años después de la primera puesta en el agua. En aguas tropicales o cálidas, es una historia completamente diferente. Una vez que este fenómeno empieza, es irreversible y tiende a acelerarse.
En cualquier caso, la ósmosis nunca ha puesto en entredicho la seguridad de un barco. Nunca hemos visto hundirse una unidad por ósmosis.
Hace unos años, las operaciones de compraventa de embarcaciones a motor podían fracasar por la presencia de ósmosis. Hoy en día, podemos minimizar la ósmosis. Este fenómeno se puede tratar y no cuestiona la seguridad del barco.